Soy Tomeu Arbona

PALMA DE MALLORCA, 1962.

Repostero, cocinero, arqueólogo gastronómico, activista. Formado por las mujeres cocineras de mi familia con saberes ancestrales, por las que siento un gran agradecimiento.

Desde el año 2010 regento el Fornet de la Soca ( nuestra pequeña empresa familiar), espacio gastronómico que ofrece productos de la cocina y repostería local de elaboración radicalmente tradicional.

Autodidacta, curioso, inquieto, obstinado. En mi trabajo de “involución positiva” realizo una búsqueda permanente de recetas en cuadernillos familiares antiguos, en libros descatalogados y en un trabajo de campo que me lleva a cocinas familiares, a monasterios y casas señoriales en búsqueda de información recuperable. Soy un estudioso apasionado de la antropología y de las formas de comer de las culturas que nos han precedido. Soy un panadero circunstancial y por accidente, pues perdí mi trabajo de psicoterapeuta “gracias” a la crisis y aprovechando mi pasión por la cocina me reinventé en este camino que me ha abierto otros de insondable valor e interés.

Soy un cocinero nómada ya que no cocino siempre en el mismo lugar sino que creo experiencias efímeras en espacios emblemáticos e históricos que me apetece hacer y que me permiten comunicar aquello que quiero y también en casas particulares y eventos privados que quieran apreciar el valor la cocina histórica de Mallorca. Me encanta ligar la gastronomía y el arte a través de experiencias gastronómicas en las que uno la cocina con diferentes disciplinas de la cultura como la literatura, la música, la arquitectura…

Me encanta cantar, sobre todo la música de trabajo del campo de Mallorca que aúna la palabra, el idioma y el sentir, pues para mi no hay nada que defina más a una cultura que su lengua, su música y su gastronomía. Por esto interpreto en algunas ocasiones muy especiales estas canciones.

Soy un apasionado de la comida popular… de la de las casas, que combina sabiduría , paciencia y ternura. Me gusta posicionarme en una actitud de rigor y esfuerzo personal porque vivo como una gran responsabilidad el aspecto cultural de la comida. Desconfío del trabajo excesivamente tecnificado, que no puede suplir, solo acercarse, a la gran belleza de las manos que trabajan y la actitud emocional necesaria para desarrollar aspectos gastronómicos y humanos que hace muchísima falta recuperar.

Lo que más me gusta es la búsqueda de la creatividad, de la bondad y la belleza de las experiencias del comer. Busco una visión holística de la gastronomía que pone en valor a cada uno de los eslabones que la construyen. Hablo de los payeses, de los pequeños artesanos.

Me preocupa enormemente que la comida sea para todos, me enorgullezco de conseguir que mi establecimiento no sea elitista. Lo bueno y comprometido puede ser comido por la gran mayoría deambulando, caminando por la ciudad en un receso del trabajo o disfrutando de un paraje. En mi establecimiento, el cliente no es alguien que me trae dinero sino que es una persona con la que quiero compartir una experiencia humana, porque así lo es el acto de comer. Igualmente me preocupo de crear un modelo de negocio justo donde los miembros del equipo puedan sentirse parte y sean compensados justamente por su trabajo.

Me gusta que el acto de comer se transforme en un arte y las tradiciones alimenticias en un ejercicio espiritual. Pienso que la historia personal y la comida se anudan , se explican y se viven mutuamente, entretejiendo una realidad compuesta por tiempos cargados de sentido. Estos se desarrollan en las vivencias para celebrar la vida, pero no cualquier vida sino aquella que no se conforma con menos que lo decisivamente transcendente.

Me gustan los mercados populares auténticos, comprar a los payeses que venden directamente sus productos, escuchar su lenguaje y su tono de voz, todavía me gusta más comprar algo que me emocione en sus propios campos: el requesón de cabra, los tomates de Banyalbufar, los tordos, cames rotges, borrajas , la manteca de cerdo negro… productos que son exóticos por su proximidad perdida. Me gusta buscar en el campo aquellos yerbajos que nuestros antepasados poseían como verduras de gran valor y viven en el campo como tesoros anónimos, desconocidos de la mayoría por la lejanía emocional de nuestro entorno más próximo.

Me gusta llenar mi despensa de productos deliciosos y sencillos a los que doy un gran valor y vivo las despensas ordenadas y repletas como espacios de seguridad y confort. Me regenera y me transporta el olor de las salas donde se cura la sobrasada en el frío invierno y me despierta vida el aire de mi pueblo ya justo cuando bajo del coche y veo y siento el paisaje

Una de mis pasiones es la lectura. Me encanta escribir sobre gastronomía, para mi uno de los mayores placeres. La publicación de libros es otro de mis empeños y compromisos. Compartir los resultados del minucioso y apasionado rastreo, es contribuir al autoconocimiento colectivo del patrimonio propio, con la finalidad de que la voraz industria agroalimentaria basura no lo aniquile para siempre.

La idea de la reconexión con el paisaje, la recuperación, la búsqueda y la puesta en valor que llevo a cabo del recetario mallorquín es mi pequeña revolución. Baso en la tradición una actitud de firme resistencia frente a la devastadora globalización.

En el año 2015 fui reconocido en Mallorca como Repostero del Año por la Asociación de Periodistas Gastronómicos de las Islas Baleares. En diciembre de 2016 fui premiado por la Obra Cultural Balear con el Premio 31 de Diciembre por el trabajo a favor de la gastronomía tradicional de Mallorca y por el libro “Repostería tradicional de Mallorca”. En el año 2017 y 2018 he sido premiado con la Estrella Dir Informática situándome entre los 80 mejores panaderos de España y nuestro establecimiento forma parte de la Ruta Española del buen pan. Formo parte del colectivo CHEFS-IN que aglutina a los profesionales de la alta cocina de las Islas Baleares. He publicado el libro “Repostería tradicional de Mallorca” (2016) y soy autor y autoeditor del libro “Cocina tradicional de Mallorca. Intimidad original” (2017). Actualmente trabajo en la preparación de un libro sobre el aspecto emocional de la comida y los recuerdos gastronómicos.